01 noviembre, 2011

Halloween


Se llegan las últimas fechas de octubre, y con ellas el famosísimo halloween y comienzo a escuchar la misma cantaleta de cada año. Las dos recurrentes frases en contra del halloween son “es cosa del diablo” y “es un festejo extranjero”. Comienza toda una campaña en las iglesias y escuelas para intentar erradicar  tal celebración con argumentos tentativamente correctos. Y si me preguntan en que posición estoy yo, les digo: a este Dark Angelito, con toda su creatividad e imaginación, con toda su pasión por la confección de vestuarios y caracterización de cine y anime, imagínenselo a los 8 años en halloween…



Realmente halloween era mi día favorito en el año, toda mi creatividad explotaba y desde meses atrás planeaba grandiosos disfraces. Cualquier día del año podía jugar a ser súper héroe o monstruo, pero ese día podía realmente vestirme como uno y serlo. Los dulces era lo que menos me importaba.

Y miro las campañas antihalloween de ahora y miro a nuestros niños y realmente no puedo negarles toda esa alegría y diversión que yo disfrute tanto y que me dejaron tan placenteros recuerdos. Definitivamente opino que hay que agarrar cualquier pretexto, venga de donde venga, para sacarle alegría a esta vida.

¿Que halloween tiene orígenes diabólicos?, ¿que salir a pedir dulces es adorar al diablo? Yo a los ocho años disfrazado de momia a ese sujeto ni lo conocía, yo estaba jugando y divirtiéndome. Los niños son inocentes e ignorantes, no pueden adorar al diablo si esa intención no esta en su corazón, así como una señora no adora a dios dándose golpes de pecho dentro de la iglesia, y saliendo trata con la punta del pie a su prójimo. A nadie de los que salen a celebrar halloween les importa sus orígenes, sino el sentido que le damos ahora.

Que halloween es una celebración gringa que remplaza nuestro mexicanísimo día de muertos. Año tras año miro el calendario y el 31 de octubre nunca cae en 2 de noviembre. No es blanco y negro, no son elecciones presidenciales, no es que elegir una opción te prive totalmente de la otra. El día de muertos es una tradición espectacular, solemne y única en el mundo que enriquece nuestra cultura, y no le quitamos su espacio por usar otro día para agarra una tan divertida de otro país. Al rato nos van criticar por celebrar el tanabata o la caída del muro de Berlín. En esta vida hay cosas que tiene su lado malo y su lado bueno; hay que tomar lo que nos sirva y desechar lo que no. No es celebración nuestra, pero las fronteras dividen a la raza humana en naciones. Si aquellos humanos del otro lado del rio hacen algo divertido, ¿por que yo como humano no puedo hacerlo también?

Salir a pedir dulces en halloween es una actividad sana y física, al aire libre, fomenta la creatividad y el ingenio, fomenta la convivencia. Es más dañino el tener a los niños sentados jugando videojuegos. En halloween los niños trabajan en sus disfraces desarrollando la resolución de problemas, el manejo de herramientas, y sobretodo la creatividad. Salen a la calle y caminan por horas, lo que es un ejercicio al aire libre, se juntan en grupos y conviven en paz. Así, llevemos a nuestros niños a pedir dulces, siempre y cuando usemos tal celebración para fomentar todos sus lados positivos.


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